El auge de la enseñanza a distancia y sus repercusiones en el mundo laboral
Aunque la enseñanza a distancia ya llevaba un tiempo implantada, el distanciamiento social provocado por la pandemia acabó de acelerar las cosas. Hoy en día, internet permite hacer casi cualquier cosa a distancia, desde trabajar hasta socializar. Y si el teletrabajo está cada vez más aceptado, lo mismo podemos decir de la enseñanza a distancia, una opción que cada vez cuenta con más adeptos, sobre todo ahora que estamos atravesando una crisis económica global y la gente pretende maximizar sus ingresos.
Una de las ventajas de la enseñanza a distancia es que ofrece a los trabajadores la posibilidad de estudiar en el horario que más les conviene. Muchas plataformas de aprendizaje ofrecen además pruebas gratuitas, lo que permite a los usuarios probar un curso antes de adquirirlo y comprometerse a acabarlo. Este modelo es muy habitual en el mercado, ya que las pruebas gratuitas son un reclamo muy efectivo: lo hemos visto con los periodos de prueba de las plataformas de vídeo/música bajo demanda, con las tragaperras gratuitas que ofrecen los casinos online o con la política «prueba primero, paga después» de Amazon.
Ahora bien, ¿qué consecuencias tiene que cada vez haya más cursos disponibles en el mercado?
Es evidente que la experiencia y la antigüedad continúan teniendo un papel decisivo a la hora de ascender en el trabajo. Aunque el aprendizaje a distancia es una buena manera de mostrar voluntad, determinación e iniciativa, los sistemas de promoción internos suelen premiar a los empleados disponibles en un momento dado que han rendido bien desde el día que entraron en la empresa.
Ahora bien, adquirir nuevos conocimientos está permitiendo a los trabajadores moverse de un departamento a otro para posteriormente ascender y prosperar laboralmente. Dicho de otra manera: cada vez es más habitual que un profesional cambie de trabajo o incluso de sector con vistas a obtener un ascenso más rápido. La posibilidad de conectarse a internet y aprender lo que uno quiera permite adquirir los conocimientos necesarios para cambiar de trabajo, sobre todo en aquellas profesiones donde un conocimiento específico compensa la falta de experiencia.
Con el tiempo, parece que las empresas intentarán contrarrestar la fuga de talento ofreciendo sistemas de progresión laboral orientados a la promoción interna. En lugar de acumular años en un mismo puesto, el desarrollo profesional incluirá cada vez más cargos híbridos y cambios de departamento. Debido a que suelen ser los empleados más brillantes, motivados y optimistas quienes recurren a la enseñanza a distancia, parece evidente que pronto la cúspide de la pirámide de rendimiento la ocuparán trabajadores más móviles y formados.
A estas alturas, no existe todavía una plataforma de enseñanza dominante que ofrezca cursos acreditados con el mismo peso que una titulación universitaria. Para que ello suceda, es necesario que exista un cierto grado de elitismo (en términos de capacidad, más que de posibilidades económicas), ya que un título que todo el mundo pueda conseguir no tiene ningún tipo de valor.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es si las industrias van a competir por el talento. Sin ir más lejos, los fabricantes de automóviles han empezado a buscar desarrolladores de aplicaciones y expertos en marketing digital. Encontrar nuevos modos de integrar la tecnología en los vehículos y promover su venta entre las nuevas generaciones de usuarios a través de las redes sociales requieren habilidades muy valoradas que pueden adquirirse gracias a la enseñanza a distancia.