Empecé a hacer campaña por esto en 1997 y escribí sobre ello en 2006. El problema con el medio mágico del correo electrónico es que es una API abierta. Cualquiera que tenga una computadora puede conectarse a ella, sin el consentimiento de nadie.

Esto crea un problema de atención asimétrica. El remitente egoísta y de pensamiento a corto plazo se beneficia al enviar correos electrónicos a tantas personas como sea posible, y los destinatarios sufren.

Esto no sucede con el correo tradicional, porque el envío tiene un costo.

Con la llegada de GPT, espere que el spam aumente 100 veces y que sea inquietantemente personalizado, invasivo y persistente. Que será realmente difícil creer que un correo electrónico no es basura, porque habrá mucha basura y será más difícil de filtrar.

Y, sin embargo, el correo electrónico es poderoso y conveniente y lo hemos estado usando durante toda nuestra carrera. ¿Está condenado?

Aparecen algunas aplicaciones que intentan crear un muro de pago para el correo electrónico. Un remitente desconocido tiene que hacer una donación a la caridad (el destinatario especifica la cantidad) para llegar a su bandeja de entrada. La gente ha intentado esto de vez en cuando durante décadas, pero es difícil. Hay dos problemas con esta adopción generalizada.

La primera es que crea una obligación de atención por parte del destinatario. Es socialmente incómodo vender el acceso a su bandeja de entrada y luego ignorar el correo electrónico.

La segunda es que no hay mucho efecto de red, y aunque algunas personas podrían adoptarlo, los problemas con el correo electrónico no mejoran a menos que sea generalizado y persistente.

Aquí hay una alternativa:

Un complemento simple para Gmail (y luego, eventualmente, para otros proveedores) que etiqueta el correo electrónico que envía y recibe.

Los remitentes que envían más de 50 correos electrónicos al día necesitan comprar “sellos”, quizás por un centavo cada uno. El dinero entra en depósito

.

Los destinatarios pueden marcar fácilmente un correo electrónico como no deseado. También pueden votar un correo electrónico, lo que enviará una señal que les permitirá a sus compañeros asegurarse de que no ignorarán lo que acaban de recibir.

Si suficientes personas marcan sus correos electrónicos como no deseados, pierde su depósito en garantía, se destina a una buena causa. Si es legítimo, el depósito en garantía permanece y no tiene que comprar más sellos.

Si un remitente no usa el sistema, no podrá comunicarse con ninguna de las personas que lo hacen. Por lo tanto, no muchas personas tienen que ser los primeros en adoptarlo antes de que se generalice: si desea llegar a la mayoría de las personas (y no sabe qué personas lo tienen y cuáles no), tendrá que activar el etiquetado. Es un pequeño costo pagar por atención en un mundo donde la atención es escasa.

La gente normal no tendrá que pagar nada, y el correo electrónico será mejor para ellos como remitentes y receptores. Y las empresas que tienen buenas intenciones y les va bien deberían estar felices de pagar.

Si demasiados remitentes ven el sello de centavo como una oportunidad para enviar spam a las personas (y perder el centavo), entonces simplemente aumente el costo del sello a cinco centavos, etc. Muy pronto, el spam algorítmico simplemente no va a dar sus frutos.

Dar a personas y organizaciones anónimas la oportunidad de robar su atención todo el día, a gran escala, parece una idea peor cada día.